#25N Son mujeres, no son sólo números

Cuando los medios nos comunican los hechos acerca del asesinato de una mujer a manos de su pareja, ex-pareja…, no suelen hacerlo de la mejor manera. Se recrean en todo lujo de detalles acerca de cómo fue asesinada. No nos dicen nada más de esa mujer. Sin embargo suele ser bastante habitual que nos digan que él era camarero, ingeniero, guardia civil, panadero… y además que era un tío normal, que daba los buenos días y que no tenían ni idea.

Pues bien, no son números, son mujeres cuya vida fue sesgada por quien fuera su pareja, su amante, su novio… De quien ella, en algún momento de su vida, esperaba otra cosa y no «mía o de nadie» o «la maté porque era mía».

Hemos querido nombrarlas a ellas en vida, con los comentarios de las personas de su entorno. Hemos buscado noticias que nos las muestran como mujeres que tenían un presente y un futuro. 

En la mayorías de las noticias que hemos recopilado sobre el asesinato de estas mujeres nos hemos encontrado muchas veces con que sus entornos más próximos lo sabían, pero no hicieron nada. Y en el caso de la comunidad de vecinos que las circundan guardan silencio, escuchan gritos, pero no se meten. Incluso algunos de estos asesinatos han sucedido a plena luz del día en plazas y calles transitadas.

A pesar de lo que se suele creer, no es necesario que sea la misma víctima de violencia de género quien denuncie la situación de abusos sufridos para que las autoridades actúen. Cualquier persona, ya sea amigo o familiar, un miembro de Servicios Públicos, cualquier ciudadano aunque sea ajeno al agresor y a la víctima puede poner en conocimiento de la policía una situación de violencia de género.

Los agentes de policía que asisten a una llamada pueden interponer la denuncia así como el médico que atienda las lesiones de una mujer y tenga la sospecha de que se han producido por un maltrato.

Es posible denunciar violencia de género de forma anónima en los casos en los que se tema una mala reacción por parte del agresor o tan solo cuando el ciudadano/a no quiere verse inmiscuido de forma directa en el asunto.

Hay que denunciar una situación de maltrato reiterado, podemos evitar daños a la víctima e incluso desenlaces fatales.

Como sociedad tenemos que revisarnos. No podemos hacer como que no vemos, no debemos mirar hacia otro lado.

Como sociedad tenemos que tratar esto como una lacra, una vergüenza social.

 

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