11 de Febrero día de la mujer y la niña en la ciencia

Cuál es motivo de que haya días internacionales se preguntan algunas personas a veces. Por qué el día de la mujer en la ciencia? Este día se instaura por las Naciones Unidas para visibilizar a la mujer, invitando a llevar a cabo «actividades dirigidas a sensibilizar la opinión pública» respecto al problema de la invisibilidad de la mujer en el ámbito de la ciencia, conseguir el acceso, la participación plena y equitativa en la ciencia para mujeres y niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de éstas.

La ciencia y la igualdad de género son vitales para realizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluidos en la Agenda 2030. En los últimos años, la comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo inspirando y promoviendo la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. Desafortunadamente, ellas siguen enfrentándose a barreras que les impiden participar plenamente en esta disciplina.

En la actualidad, las mujeres y las niñas encuentran barreras de muchos tipos, a veces muy sutiles, que dificultan su presencia en la ciencia. Esto se traduce en la elección de los estudios por parte de las niñas. Cuántas veces hemos escuchado a una niña decir, o lo hemos dicho nosotras mismas: no se me dan bien las matemáticas, las chicas no sabemos jugar al ajedrez, las ingenierías son de chicos… Y ahí están las carreras científicas y tecnológicas copadas por chicos.

Naciones Unidas invita a todos los Estados Miembros, todas las organizaciones y los órganos del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales y regionales, al sector privado y al mundo académico, así como a la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales y los particulares, a que celebren el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. El objetivo de esta invitación es  hacer ALGO. Ese algo empieza en actividades de educación y sensibilización pública:

  • promover la participación plena y en condiciones de igualdad de las mujeres y las niñas en la educación, la capacitación, el empleo y los procesos de adopción de decisiones en la ciencia.
  • eliminar toda forma de discriminación contra la mujer, incluso en las esferas de la educación y el empleo.
  • acabar con los estereotipos de género.
  • sortear las barreras jurídicas, económicas, sociales y culturales al respecto mediante, entre otras cosas, la promoción del establecimiento de políticas y planes de estudio en el campo de la ciencia, incluidos programas escolares, según corresponda, para alentar una mayor participación de las mujeres y las niñas.
  • alimentar la curiosidad de las niñas.
  • promover perspectivas de carrera para las mujeres en la ciencia.
  • reconocer los logros de las mujeres en la ciencia.

Por lo pronto estaría bien que los contenidos de las materiales escolares recogieran a mujeres científicas, que las hay y que han hecho descubrimientos importantes para hacer de este un mundo mejor.

En 119 años sólo hay 27 mujeres que han recibido el premio Nobel

Todo empezó con Maria Salomea Skłodowska, o lo que es lo mismo Marie Curie, la primera en recibirlo y además por dos veces: el primero fue el Nobel de Física en 1903 conjuntamente con Pierre Curie; la segunda vez fue el Nobel de Química en 1911.

La siguieron:

  • Irène Joliot-Curie (Química 1935, conjuntamente con Frederic Joliot-Curie) obtuvo a su vez el premio y también por sus estudios sobre la química nuclear.
  • Gerty Cori (Fisiología o Medicina 1947, conjuntamente con Carl Ferdinand Cori y Barnardo A. Houssay) obtuvo el galardón por el llamado ‘ciclo de Cori’, con el que el organismo convierte el glucógeno en fuente de energía y lo compartió con uno de los escasos Nobel latinos, el argentino Bernardo Houssay.
  • Maria Goeppert Mayer (Física 1963, conjuntamente con J. Hans Jensen) seis décadas después de Marie Curie, fue la segunda y hasta ahora última mujer laureada en Física, gracias al llamado ‘modelo de capas nuclear’.
  • Dorothy Crowfoot Hodgkin (Química, 1964) obtuvo su galardón por sus experimentos con cristalografía de rayos X para el estudio de las proteínas.
  • Rosalyn Sussman Yalow (Fisiología o Medicina 1977, conjuntamente con R. Guillemin y A.V. Schally) obtuvo el Nobel de Medicina por sus avances en el campo de los llamados radioinmunoensayos, destinados al descubrimiento de anticuerpos.
  • Barbara McClintock (Fisiología o Medicina, 1983) obtuvo el galardón por ‘su descubrimiento de los elementos genéticos móviles’. Estas secuencias de ADN que se trasladan de una parte a otra de los cromosomas fueron graciosamente llamados ‘genes saltarines’, aunque ahora son más conocido por el nombre científico de transposones.
  • Rita Levi-Montalcini (Fisiología o Medicina 1986, conjuntamente con Stanley Cohen) neuróloga recibió el premio Nobel de Medicina por sus experimentos relativos al factor de crecimiento nervioso.
  • Gertrude Belle Elion (Fisiología o Medicina 1988, conjuntamente con James W. Black y George Hitchings) farmacóloga que trabajó toda su vida en el ámbito del desarrollo de nuevos fármacos.
  • Christiane Nüsslein-Volhard (Fisiología o Medicina 1995, conjuntamente con Edward B. Lewis y Eric F. Wieschaus) la genética de desarrollo embrionario le valió el galardón de Medicina en 1995.
  • Linda B. Buck (Fisiología o Medicina 2004, conjuntamente con Richard Axel) biológa que obtuvo el Nobel de Medicina por sus experimentos sobre el sistema olfativo, que afecta tanto a los órganos receptores como a la interpretación que de ellos hace el cerebro.
  • Françoise Barré-Sinoussi (Fisiología o Medicina 2008, conjuntamente con Montagnier y Harald zur Hausen) inmunóloga que obtuvo el premio Nobel de Medicina por el descubrimiento del VIH, el Virus de Inmunodeficiencia Humana responsable de la enfermedad del SIDA.
  • Ada E. Yonath (Química en 2009, conjuntamente con Venkatraman Ramakrishnan y Thomas A. Steitz) obtuvo el galardón por su estudio sobre la estructura de los ribosomas, presentes en las células y encargados de sintetizar las proteínas.
  • Carol W. Greider y Elizabeth H. Blackburn (Fisiología o Medicina 2009, conjuntamente con Jack W. Szostak), sus experimentos con los telómeros y la telomerasa, uno de los más importantes campos de estudio genético, especialmente en el ámbito del envejecimiento celular
  • May-Britt Moser (Medicina y Fisiología en 2014, conjuntamente con John O’Keefe y Edvard I. Moser) por sus descubrimientos de las células que constituyen un sistema de posicionamiento en el cerebro.
  • Youyou Tu (Fisiología y Medicina el año 2015, conjuntamente con William C. Campbell y Satoshi Ōmura) por sus descubrimientos relativos a una nueva terapia contra la malaria.
  • Elinor Ostrom (Economía el año 2009, el primero otorgado a una mujer en esta disciplina, conjuntamente con Oliver E. Williamson), su  trabajo es una formidable aportación a la búsqueda de alternativas que permitan conservar la diversidad biológica y a la vez contribuir al desarrollo de las comunidades indígenas y campesinas que dependen de los sistemas y recursos naturales.
  • Dona Strickland (Física el año 2018, conjuntamente con Arthur Ashkin y Gérard Mourou), inventó un método que permite generar pulsos ópticos ultracortos de alta intensidad.
  • Frances Arnold (Química el año 2018, conjuntamente con George P. Smith y Sir Gregory P. Winter), fue pionera en el uso de la evolución dirigida para diseñar enzimas, moléculas que catalizan o aceleran las reacciones químicas, que realizan funciones novedosas y/o funcionan de manera más eficaz o eficiente que las enzimas naturales.
  • Esther Duflo (Economia el año 2019, conjuntamente con Abhijit Banerjee y Michael Kremer), por sus trabajos en torno a la reducción de la pobreza en el mundo.
  • Andrea Ghez (Física en 2020, conjuntamente con Reinhard Genzel y Roger Penrose)
  • Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna (Química en 2020), descubrieron una de las herramientas más ingeniosas de la tecnología genética: las tijeras genéticas CRISPR/Cas9, esta tecnología ha tenido un impacto revolucionario en las ciencias, está contribuyendo a nuevas terapias contra el cáncer y puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias.
  • Carolyn R. Bertozzi (Química en 2022, conjuntamente con Morten Meldal y K. Barry Sharpless), llevó la química de clic a un nuevo nivel al desarrollar reacciones que funcionan dentro de los organismos vivos. Estas reacciones bioortogonales tienen lugar sin alterar la química normal de la célula, lo que permite desarrollar técnicas químicas utilizadas para estudiar el cáncer, las enfermedades inmunitarias, los patógenos y otros.
  • Anne L´Huillier (Física en 2023, conjuntamente con Pierre Agostini y Ferenc Krausz), ha permitido a la humanidad asomarse por primera vez al desconocido mundo de los electrones.
  • Katalin Karikó (Fisiología y Medicina en 2023, conjuntamente con Drew Weissman), la bioquímica que entendió cómo utilizar el ARN mensajero para curarnos e inmunizarnos, sus  investigaciones son han sido la base de las vacunas que nos ayudaron a dejar atrás la pandemia de COVID-19.
  • Claudia Goldin (Economía en 2023), proporcionó la primera pormenorización de las ganancias de las mujeres y su participación en el mercado laboral a lo largo de varios siglos.

Y en nuestro país?

Sobra el talento femenino, pero en el mundo de la ciencia hay una gran brecha de género que impide a las científicas llegar a categorías de mayor rango o liderar equipos. El número de mujeres que se doctoran en España –un 39% del total– se acerca bastante al número de hombres, pero la desigualdad aumenta a medida que se avanza en la carrera investigadora:

se observa una presencia paritaria de mujeres y hombres en los inicios de la carrera investigadora (grado D: 47,3%, y grado B: 50,9%), y se pierde progresivamente el talento femenino (grado B: 44,5%) hasta encontrarnos con una escasa representación de las mujeres en los puestos más altos (grado A: 25,6%).

Son los datos que arroja el  Estudio anual Científicas en Cifras 2023 del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Ya conocemos a Margarita Salas (bioquímica) vamos sabiendo quién era, gracias a su trabajo para desarrollar una técnica que multiplica el ADN que hoy se utiliza en laboratorios forenses de todo el mundo. Y conoces a estas mujeres?

  • Marta Navarrete, química, doctora en Neurociencia y ganadora, en 2015, del Premio Olympus para Jóvenes Investigadores, demostró que los astrocitos –un tipo de células de glía– tenían un papel mucho más relevante en el cerebro de lo que hasta ahora se creía. Está intentando saber cuál es el papel de los astrocitos en el proceso de memoria y aprendizaje. Nunca se había investigado, pero si somos capaces de recordar, es porque la actividad astrocitaria es buena o ha hecho su función. Esto puede estar relacionado con por qué olvidamos en un proceso de Alzheimer.
  • María Blasco, una de las principales referencias mundiales en las indagaciones sobre envejecimiento y cáncer. Es una experta mundial en telómeros (la cola de cada cromosoma), que se desgasta a medida que las células se dividen y envejecen. Blasco buscó qué provoca ese desgaste, y desmadejó los secretos de una enzima, la telomerasa, que es en cada una de nuestras células la responsable del envejecimiento. Si la telomerasa flojea, el telómero se acorta, y la vida se hace más breve. Y resulta que la telomerasa es inmortal en las células cancerígenas. En los tumores, es como una condena: la telomerasa no se agota. Por eso el cáncer no muere. Así, en su trabajo diario, esta mujer se desvela por encontrar un mecanismo que haga desaparecer a la telomerasa en células cancerígenas y, al mismo tiempo, que se regenere en las células sanas. Quiere hacer envejecer al cáncer y, al mismo tiempo, rejuvenecer los telómeros de las células sanas para alargarnos la vida con más salud.
  • Alicia Calderón, la española que participa en el equipo europeo que acabó por detectar el famoso bosón de Higgs, la pieza que faltaba para completar el modelo estándar de la física de partículas. El grupo Altas Energías del Instituto Física de Cantabria del que forma parte Alicia Calderón ha liderado la búsqueda del aclamado bosón de Higgs en el canal de desintegración a dos bosones W, uno de los tres canales que permitió su hallazgo. El descubrimiento es histórico y tuvo una repercusión mundial, porque es la última pieza que falta para completar el Modelo Estándar de la Física de Particulas, que describe todo lo que sabemos de las partículas elementales que forman todo lo que vemos y cómo interaccionan entre ellas.
  • Mara Dierssen, es una de las investigadoras punteras en la neurobiología del síndrome de Down a nivel mundial. Trabaja en el Centro de Regulación Genómica de Barcelona, donde lidera el grupo dedicado al cromosoma 21. Asegura que empiezan a encontrar tratamientos posibles para el mejoramiento cognitivo de personas con síndrome de Down, y que, de sus investigaciones, también deriva una amplio conocimiento sobre la mejora cognitiva de todos.
  • María Vallet-Regí, goza del honor de ser la persona de nacionalidad española más citada en el área de Ciencias de los Materiales en las últimas dos décadas. Es catedrática de Química Inorgánica en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del CIBER-BBN. Lidera su propio grupo de investigación sobre biomateriales inteligentes. Busca nuevos materiales que sirvan para la salud. Por ejemplo, para reconstruir huesos dañados, por lesiones o porque la edad desgasta caderas en occidente mucho más rápido de lo que querríamos. Además, las investigaciones de Vallet Regí son punteras en sistemas para liberar fármacos dentro del cuerpo allí donde hagan falta y de forma muy precisa.
  • Carmen Pérez Díe, es referente de la investigación arqueológica en el mundo, y lidera la misión española en Heracleópolis Magna, un espectacular yacimiento egipcio. Ha trabajado en Egipto durante 30 años ininterrumpidos. Son muchos sus hallazgos científicos.
  • Aurora Egido, es catedrática de la Universidad de Zaragoza, ha centrado sus investigaciones en la literatura del Siglo de Oro y ocupa del sillón B de la Real Academia Española. Es una de las principales especialistas en Baltasar Gracián, a quien dedicó su discurso de ingreso en la RAE, titulado: ‘La búsqueda de la inmortalidad en las obras de Baltasar Gracián’. Egido ha estudiado también en profundidad a Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, sobre los que ha publicado diferentes trabajos desde 1982.
  • Margarita Marqués, fármacos a partir de leche de oveja. Fue seleccionada en un especial de la prestigiosa revista Science sobre mujeres investigadoras en el campo de la Biología. Es la única española que aparecía en la publicación. Trabajó en la modificación genética de oveja en el instituto escocés pionero en clonar un mamífero, la famosa oveja Dolly. Margarita se centró en la substitución genética de la betacaseína por otro tipo de proteína de interés farmacéutico.
  • Vanessa Valdiglesias García, investiga la posible toxicidad de partículas desconocidas en alimentos, fármacos etc. Elegida la mejor investigadora (joven) del continente en la Sociedad Europea de Genónmica y Mutagénesis Ambiental. Es doctora en Biología e investigadora en el laboratorio de Toxicología de la Universidad de La Coruña en el equipo de la doctora Blanca Laffon. Juntas trabajan en el estudio de cómo pueden afectar las distintas sustancias con las que estamos en contacto a diario (alimentos, fármacos, productos químicos de origen industrial, cosméticos…), al funcionamiento normal de las células y su interacción con el material genético (el ADN). Y buscan fundamentalmente cómo afectan a nuestros sistema nervioso. Trabajan con nanomateriales, que son materiales de tamaño inferior a 100 nanómetros (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro, es decir, son muy muy pequeños) y se usan en un sinfín de aplicaciones en muy diversos campos (medicina, industria, tecnología, cosmética, farmacia, agricultura….), pero muchos de ellos están en el mercado sin haber sido previamente testados para descartar que puedan ser nocivos.
  • Elena García, hizo su tesis doctoral sobre la estabilidad de robots caminantes. Es investigadora principal del CSIC y fundadora de Marsi Bionics. Su principal logro fue el exoesqueleto Atlas 2020, un complejo armazón de unos nueve kilos de peso que detecta el movimiento residual de enfermos neuromusculares. El robot interpreta lo que la persona quiere hacer. Es el primer exoesqueleto pensado para niñxs y ha marcado un hito en este campo, generando muchas esperanzas.

Si hay un lento avance en la reducción de la desigualdad entre mujeres y hombres en el campo de la ciencia es, en gran parte, porque aumentan paulatinamente los planes públicos de género, crecen las iniciativas para luchar por la igualdad. Pero hacen falta más iniciativas públicas y privadas para conseguir estar realmente en condiciones de igualdad para cambiar.

Mujer y ciencia están ligadas; mujer, niña y ciencia quieren decir FUTURO. Cambiemos las cifras y hablemos también de ellas, divulgemos sus logros.

Más info con materiales divulgativos en https://11defebrero.org/

Noticias relacionadas