Más racionales y respetuosos con el medio ambiente

El control biológico es una herramienta utilizada por los productores de hortalizas bajo invernadero de Almería desde hace tiempo con el fin de acabar con las plagas que afectan a los cultivos de la forma más natural posible.

Se trata de un sistema de control de los organismos que causan enfermedades a los cultivos usando para ello a sus depredadores naturales, que pueden ser insectos, hongos o bacterias. Estos organismos son criados en laboratorio y después se sueltan en el cultivo donde está la plaga que se quiere controlar. Es una innovación revolucionaria que ha permitido evitar plagas secundarias, que no es contaminante y que obliga a la eliminación de fitosanitarios. El 96% de los cultivos de pimiento de Almería y Granada utilizan control biológico contra las plagas .

También las aves, lagartijas y murciélagos pueden contribuir al control de ciertas plagas.

Almería es un referente en el uso de control biológico, pero no se queda ahí. Existe un gran recorrido andado que exige el Reglamento Europeo aumentando cada año la superficie de producción ecológica. La investigación no cesa. Empresas especializadas en la producción de insectos beneficiosos, instituciones públicas, asociaciones, ingenieros y agricultores siguen avanzando para frenar las plagas y enfermedades de la forma más sostenible.

El centro de la Mojonera en torno al control biológico de las plagas ha sido pionero en el estudio de vertebrados insectívoros como murciélagos y aves para el control de plagas tan importantes en el tomate como la tuta absoluta…

Las nuevas tendencias en las producciones agrícolas y en la protección fitosanitaria van encaminadas a la utilización de técnicas más racionales y respetuosas con el medio ambiente, entre las cuales la producción integrada aparece como una respuesta a la demanda de los mercados y consumidores finales. Estos métodos de producción nacen como una consecuencia del mal uso
(o abuso) de los productos fitosanitarios y los consiguientes problemas toxicológicos y ecotoxicológicos que esta mala situación acarrea.

Devolver al agricultor la confianza en la eficacia de la suelta de fauna constituye uno de los retos en los últimos años. Treinta mil millones de «bichos» velan por los cultivos de Almería y Granada.
Los productos cultivados en los invernaderos solares del sur de Europa abastecen a un mercado de 500 millones de personas…

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