La invasión marroquí del Sáhara español llamada por el gobierno de Marruecos la «Marcha verde» fue el asedio y posterior ocupación militar de la entonces provincia española del Sáhara, iniciada el 6 de noviembre de 1975.
Marruecos obtuvo el control de la mayor parte del antiguo Sáhara español, que sigue manteniendo a día de hoy. La negativa del pueblo saharaui a someterse a la monarquía marroquí dio lugar al conflicto del Sáhara occidental, aún hoy no resuelto.
Para la población saharaui la colonización española significó discriminación, segregación, sometimiento y aculturación… España intentó evitar la descolonización declarando al Sáhara la provincia número 53 en 1958.
España otorgó la nacionalidad española a la población saharaui, pero la falta de interés por parte del gobierno de España en aquellos territorios con la asignación de unos ridículos presupuestos, la escasa valoración política, la precaria información que se tuvo con las tribus del desierto llevó a un abandono de la población.
Hassan II aprovechó la situación de inestabilidad del gobierno español por la agonía de Franco y con el apoyo de Francia y sobretodo de Estados Unidos que no querían un Sáhara independiente, aliado de Argelia, y por lo tanto con posibles lazos con la Unión Soviética, decidió organizar la «Marcha verde» compuesta por militares y por civiles desarmados…
El Frente Polisario ha luchado por la autodeterminación a través de la diplomacia y la resistencia armada y proclamando la República árabe Saharuai Democrática (RASD) en 1976.
Los españoles deberíamos pedir perdón a los saharauis porque España cedió el control de la mayor parte del antiguo Sáhara español a Marruecos a través de los Acuerdos tripartitos de Madrid en el que también entraba Mauritania en 1975, sin el consentimiento del pueblo saharaui.
La ONU considera estos acuerdos nulos.
Han pasado 50 años y aún el pueblo saharaui espera un gesto oficial desde la administración española. Unos ciudadanos de pleno derecho fueron abandonados, sin explicaciones y sin ningún respeto al cumplimiento de las leyes Internacionales.
No es el momento de tomar decisiones precipitadas después de 50 años de la «Marcha verde», la postura de España deberá de estar siempre con el derecho inalienable del pueblo saharahui a decidir. No podemos mirar hacia otro lado mientras se niega el reconocimiento a personas que fueron legalmente españolas.

